PRENSA Y TELEVISIÓN. Textos de Carlos Delgado y Luis Arencibia.



PRENSA
PUNTO DE LAS ARTES
PORTAL DEL SUR
http://portaldelsur.es/index.php?option=com_content&view=article&id=10584:oscar-mendez-lobo-presenta-su-ultima-exposicion-en-leganes&catid=167:cultura-a-ocio&Itemid=149

GENTE
http://www.gentedigital.es/leganes/noticia/975877/mendez-lobo-celebra-sus-30-anos-en-el-arte/

LA QUINCENA.ES
http://www.laquincena.es/noticias/leganes/2012100830702/concejal-cultura-inauguro-viernes-pasado-

EL ZOCO DIGITAL
exposicion-borde-viento-oscar-mendez-lobo-pintor-afincad 
http://elzoco-laprimeraalaizquierda.blogspot.com.es/2012/09/desde-la-ac-el-zoco-os-hacemos.html

LA GUIA DEL OCIO
http://www.guiadelocio.com/madrid/arte/leganes/mendez-lobo.-al-borde-del-viento

LEGANES AYUNTAMIENTO
http://www.leganes.es/portal/contenedor_ficha.jsp?
seccion=s_fact_d4_v1.jsp&contenido=87386&nivel=1400&tipo=2&codMenuPN=2&codMenu=57&ca=14&abre=1

A La concejal de Cultura inauguró la exposición 'Al borde del viento' de Óscar Méndez Lobo, pintor afincado en Leganés

  • "Es un verdadero honor y placer albergar en Leganés esta exposición de Óscar Méndez Lobo, la segunda muestra pictórica que protagoniza en nuestra localidad este artista leganense ya consagrado. La muestra refleja 30 años de trayectoria, con una visión peculiar y característica. Espero que los vecinos de Leganés se acerquen a disfrutar de estas creaciones", afirmó la concejal de Educación y Cultura, Concha Pastor.
  • "Óscar Méndez Lobo es una de las figuras centrales de la pintura abstracta de los últimos 30 años. Ésta no es una exposición resumen de su amplia trayectoria sino un punto de inflexión que muestra como el artista tiene todo un mundo creativo por contar; además, es uno de los pocos creadores que dejan de lado su ego", afirmó el crítico de arte Carlos Delgado Mayordomo.
La concejal de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Leganés, Concha Pastor, inauguró el viernes 5 de octubre la exposición 'Al borde del viento. Última obra pictórica. 30 Aniversario' de Óscar Méndez Lobo, artista afincado en el barrio de El Carrascal, y que se podrá visitar hasta el 18 de noviembre en la sala municipal de exposiciones José Saramago.
Numerosos vecinos y conocidos del pintor asistieron a la inauguración de esta colorista muestra de pintura abstracta, montada como una gran fiesta del arte, ya que Méndez Lobo buscó el apoyo y el calor de sus amigos con lo que consiguió subir, en dos escenarios diferentes, al cantaor José y el guitarrista Marcos de 'Sangre Flamenca', artistas del barrio de V Centenario; Quo Teatro; el jazz de Joserra Zamora (saxo) y Rodolfo Méndez (guitarra); y el rock de 'Los 4 Pelagatos'.
"Es un verdadero honor y placer albergar en Leganés esta exposición de Óscar Méndez Lobo, la segunda muestra pictórica que protagoniza en nuestra localidad este artista leganense ya consagrado. La muestra refleja 30 años de trayectoria, con una visión peculiar y característica. Espero que los vecinos de Leganés se acerquen a disfrutar de estas creaciones", afirmó la concejal de Educación y Cultura, Concha Pastor.
"Óscar Méndez Lobo es una de las figuras centrales de la pintura abstracta de los últimos 30 años. Ésta no es una exposición resumen de su amplia trayectoria sino un punto de inflexión que muestra como el artista tiene todo un mundo creativo por contar; además, es uno de los pocos creadores que dejan de lado su ego", afirmó el crítico de arte Carlos Delgado Mayordomo.
La sorpresa de la velada fue la presencia del cantautor Pablo Abraira quien fue llamado a intervenir en la presentación. "Quiero destacar la calidad humana de Óscar Méndez Lobo, un excelente amigo capaz de contagiar emoción y alegría a la gente de su entorno. Es un auténtico placer y orgullo participar en esta inauguración y poder así contemplar la creación de Óscar".
También estuvieron presentes en el evento el primer teniente de alcalde y concejal de Recursos Humanos y Hacienda, Alejandro Martín Illarregui; el portavoz de Unión por Leganés-ULEG, Carlos Delgado; y el edil de ULEG Antonio Almagro.
El horario de visita para el público es: de lunes a sábado, de 9:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas; y domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas.


PÁGINA GIGITAL
http://www.paginadigital.com.ar/galar_amp.asp?Id=1260966729&exposicion=CENTRO+DE+ARTE+JOS%C9+SARAMAGO

Teleganés en directo

PABLO ABRAIRA EN LA EXPOSICIÓN DE OSCAR MÉNDEZ LOBO EN LEGANÉS


La concejal de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Leganés, Concha Pastor, inauguró el viernes pasado la exposición 'Al borde del viento. Última obra pictórica. 30 Aniversario' de Óscar Méndez Lobo, artista afincado en el barrio de El Carrascal, y que se podrá visitar hasta el 15 de noviembre en la sala municipal de exposiciones José Saramago.
Numerosos vecinos y conocidos del pintor asistieron a la inauguración de esta colorista muestra de pintura abstracta, montada como una gran fiesta del arte, ya que Méndez Lobo buscó el apoyo y el calor de sus amigos con lo que consiguió subir, en dos escenarios diferentes, al cantaor José y el guitarrista Marcos de 'Sangre Flamenca', artistas del barrio de V Centenario; Quo Teatro; el jazz de Joserra Zamora (saxo) y Rodolfo Méndez (guitarra); Pablo Abraira y el rock de "Gipsy Poor Jazz".
"Óscar Méndez Lobo es una de las figuras centrales de la pintura abstracta de los últimos 30 años. Ésta no es una exposición resumen de su amplia trayectoria sino un punto de inflexión que muestra como el artista tiene todo un mundo creativo por contar; además, es uno de los pocos creadores que dejan de lado su ego", afirmó el crítico de arte Carlos Delgado Mayordomo.
La sorpresa de la velada fue la presencia del cantautor Pablo Abraira quien fue llamado a intervenir en la presentación. "Quiero destacar la calidad humana de Óscar Méndez Lobo, un excelente amigo capaz de contagiar emoción y alegría a la gente de su entorno. Es un auténtico placer y orgullo participar en esta inauguración y poder así contemplar la creación de Óscar".


Inauguración General
http://www.youtube.com/watch?v=RArPm3PMIv4&sns=em


Teleleganés Méndez Lobo
MÉNDEZ LOBO. Al borde del viento. Texto Carlos Delgado

Óscar Méndez Lobo ha desarrollado a lo largo de treinta años una sólida trayectoria como pintor, lo que sin duda tiene algo de heroico. De hecho, ha llevado a cabo este trabajo en un contexto cultural caracterizado por una inusitada densidad visual, donde el placer ante la imagen parece residir en su discontinuidad, en el zapping vertiginoso y la digitalización de la mirada; su actitud supone un arriesgado posicionamiento a contracorriente basado en una certeza: la vigencia y pertinencia de la pintura como manifestación creativa en el contexto multiforme de la posmodernidad.

No es necesario incidir, a estas alturas de su trayectoria, en la capacidad de Óscar Méndez Lobo para renovar su discurso sin alterar las bases de su identidad artística. Pero creemos que esta capacidad ha sido, precisamente, uno de los factores que han ubicado su trabajo como una de las propuestas pictóricas abstractas más sólidas y coherentes de aquellas que se han desarrollado en nuestro país durante las últimas décadas. Su preocupación por los procesos del medio pictórico, su relectura de la herencia abstracta moderna y una articulación óptima de los mecanismos compositivos son también, sin ser exhaustivos, razones que explican la centralidad de su trabajo.

La vigencia de la pintura

El trabajo plástico de Óscar Méndez Lobo pertenece a una generación de difícil catalogación grupal. Será a finales de la década de los ochenta cuando el artista inicie las claves que jalonan su discurso plástico actual. Aquellos primeros trabajos, que se involucraban en un momento de optimismo generalizado sobre el medio pictórico, pronto sentarán las bases de un modelo plástico propio. A partir de entonces su posición vendrá determinada, como ocurrirá con otros artistas que también empiezan a exponer en este mismo momento, por un deseo de abandonar los gastados tics vanguardistas o las pretensiones de lanzar nuevas tendencias, y sobre todo, por apostar de un modo apasionado y combativo por la pintura. Simón Marchán Fiz recuerda que, por estos años, “como consecuencia de la crisis de la concepción evolutiva y lineal de la historia artística moderna, se advertía una pérdida de entusiasmo por el valor supremo de lo nuevo, una resistencia a deslizarse por el tobogán de lo novedoso en la carrera compulsiva de los ismos, y se hablaba del descrédito de las vanguardias”.

En paralelo a una atmósfera receptiva para la pintura durante los años ochenta, se deslizó otra corriente atenta a las vanguardias clásicas y comprometidas con la extensión del arte. De hecho, una de las cuestiones que, cíclicamente capitalizará desde entonces buena parte de los estudios de teoría del arte y de la propia reflexión de los artistas será la vigencia o no de un lenguaje como el de la pintura que parecía haber quedado rezagado con respecto a otros comportamientos artísticos, más acordes, en principio, con el espíritu tecnológico de la sociedad post-industrial.

Romper el límite de la especificidad del soporte, contaminar la pintura con otras disciplinas, otorgarle un carácter instalativo o incluso performativo, incardinarla en propuestas de video o net-art, han sido estrategias recurrentes a lo largo de las tres últimas décadas para seguir afirmando la vigencia de la pintura. Pero estas estrategias plantean la paradoja de una afirmación negativa que consiste precisamente en liberar a la pintura de su integridad territorial; es decir, el resultado sería una nueva pintura que en la búsqueda de su permanencia ha abandonado casi todo: el lienzo, el marco, la pared y los géneros. Desde luego, no son el experimentalismo por un lado y la primacía de la pintura en su especificidad, por otro, las dos únicas tendencias imperantes en el desarrollo de la plástica española, y aún internacional, de las últimas décadas. Sin embargo, sí son dos ejes fundamentales de alto alcance y que nacen de un mismo punto reflexivo: pensar una pintura post-heroica, y aún post-minimal,  más allá de los repertorios y fórmulas de la abstracción modernista.

Una abstracción revisitada

A lo largo de su investigación en torno a la imagen abstracta, Óscar Méndez Lobo ha trabajado con las herramientas clásicas del medio y lo ha hecho a través de series sobre las que ha consolidado diferentes vías de reflexión. Su último conjunto, reunido bajo el título “Vientos”, hereda de los trabajos anteriores una materialidad sabiamente modulada y una gestualidad vibrante que parece ir más allá del límite del soporte. Por otro lado, se desvanece la tensión entre geometría y la mancha a favor de la presencia indiscutible de la segunda, modulada a través de un complejo diálogo entre blancos, negros, ocres y amarillos.

Existe también un punto de conexión con su serie inmediatamente anterior, titulada “Luces” (2011), donde ya encontrábamos una concreción iconográfica que, sin derivar en posiciones figurativas, acentuaba la morfología de una iconografía paradójicamente abstracta. Dicho de otro modo, frente a la evanescencia de otras series anteriores, el conjunto materia-color empezaba a adquirir en algunas obras de “Luces” una fisicidad concreta que nos permitía recorrer con facilidad los múltiples pliegues del contorno. Esta característica se mantiene y aún se acentúa en algunos de los trabajos más sorprendentes del amplio conjunto que conforma “Vientos”; en ellos, el artista parece cuestionar la idea recurrente de que el arte auténticamente moderno en general, y la abstracción en particular, tiene como su principal cometido la articulación del enigma de la ininteligibilidad.

Lo inteligible, lo comprensible, es aquello que se deja leer. Toda declaración de legibilidad es un hecho de conciencia colectiva que confirma un conjunto de normas. Liberarse de dichas normas es un gesto de ruptura que define históricamente a la vanguardia. El deseo de enfrentarse a la tradicional ambición de la pintura de constituirse en representación mimética de la realidad tuvo su principal hito en la abstracción europea de entreguerras. Ya fuese entendida como reducto donde el hombre podía refugiarse de una existencia doliente o como revulsivo trasgresor de los valores dominantes, la abstracción determinó un nuevo tipo de creación autosuficiente del mundo visual que se eximía de la necesidad de subordinarse a otras formas de conocimiento o de resolución de la realidad. Serán los nuevos abstractos finiseculares los que pondrán en evidencia los difusos límites que, en ocasiones, separan la abstracción de la figuración.

Ya en diversos tratados del Renacimiento encontramos lo que en toscano se llamaba “macchia”, y que podemos traducir como lo informe. Incluso un artista tan interesado por el disegno como Leonardo señalará en su tratado que para él la mancha es el punto de partida para la (re)creación figurativa: “Si observas algunos muros sucios de manchas o construidos con piedras dispares y te das a inventar escenas, allí podrás ver la imagen de distintos paisajes, hermoseados con montañas, ríos, rocas, árboles, llanuras, grandes valles y colinas de todas clases. Y aun verás batallas y figuras agitadas o rostros de extraño aspecto y vestidos e infinitas cosas que podrías traducir a su íntegra y atinada forma. Ocurre con estos muros variopintos lo que con el sonido de las campanas, en cuyo tañido descubrirás el nombre o vocablo que imagines”.

Una parte de la producción actual de Óscar Méndez Lobo parece indagar, tal vez de forma inconsciente, en  este complejo sendero que surge en el territorio de la mancha abstracta y  que culmina en la figuración evocada. En algunas de las piezas más sorprendentes de la serie “Vientos”, la mancha parece condensarse bajo el límite de un contorno cerrado que, si bien nunca traduce una forma exacta, se aproxima a un significante referencial. De este modo, la mancha informe parece transcribir perfiles femeninos, sinuosos y plenos de volúmenes, que nunca dejan de ser también formas abstractas; de este modo, el artista introduce una ambivalencia que activa el pensamiento y la reflexión. En este sentido, Óscar Méndez Lobo sigue fiel a su idea de que la pintura debe, por encima de todo, sugerir interrogantes.

La tensión entre ausencia y presencia es la que activa la inventio, esa fuga de la imaginación que se resuelve a través de un gesto plástico donde la materia es una cartografía que cada uno debe interpretar. Por otro lado, este interés por subrayar lo indeleble de términos tan aparentemente discordantes como lo abstracto y lo figurativo nunca elude la trama humanística que sustenta toda la obra de Méndez Lobo; incluso cuando la mancha se aleja con nitidez de lo referencial, lo hace para convocar un espacio visual de meditación para el hombre. Porque el trabajo del artista, aún en sus derivas más herméticas, nunca olvida las claves de su función: transmitir, emocionar y  transformar al espectador.


Carlos Delgado Mayordomo







“EL MÍSTICO”



            “Nada de lo que aquí estaba existía antes”.  Así de simple  expresa su proceso creativo Méndez Lobo. En una escenografía barroca y alucinada nos introduce en su  cosmos de  ensueño. “Encuentro formas que se convierten en símbolos y se consolidan en mi obra como un lenguaje propio”. Es el hallazgo de un estilo personal el que justifica el esfuerzo. La búsqueda  incesante que, en sí misma,  se convierte en encuentro.

La pintura, para él,  es un viaje que se inicia en el interior. “Lo nuevo lo buscas dentro de ti”, afirma. Y ese itinerario se sostiene en una arquitectura mental. Un árbol mecido por el viento que se ramifica en infinitas opciones. En constante  movimiento y, a la vez, anclado en profundas raíces. Colmado de hojas,  nubes, brisas, abismos submarinos, y  traslumbradas mujeres  gestantes. Una estructura escenográfíca  en permanente evolución  que  nos lleva a  la sorpresa del  hallazgo imprevisto.

También hay sombras, sangre, aristas. Formas angustiadas que se vislumbran. Gritos, gestos vigorosos. Es la vida. “Tenemos un cerebro en el estómago”, me dice.

Mas la luz  luminar,  amarilla, se impone. Con el oro ahuyenta  el horror. Exorciza con  coraje los acechos.

Pero la guarida del Lobo no está vacía. En la penumbra divisé a Klimt, con su chaqueta de teselas doradas,  presidiendo el ágape. Los otros eran conocidos: Lucio, Tapies, Rafols….Y, al fondo, en la alacena,  Lucientes, decidiendo el rumbo,  origen de toda la modernidad.

“Llegamos a  la abstracción porque otros han recorrido ese camino desde la  figuración”. Es el reconocimiento que hace a sus maestros.

En esta muestra,  al borde del viento, dejémonos cimbrear  por los aires de Oscar Méndez  Lobo. “Me buscas porque ya  me has encontrado”  diría el místico.



Luis Arencibia Betancort

Director del Área Artística  de Leganés

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario